MotoGP tuvo este año también mucha diversión fuera de la pista, porque el mercado de fichajes se movió más que nunca y hubo alguna bomba. El primero en mover ficha fue Maverick, que anunció en la presentación de Yamaha, a finales de enero, su renovación por dos años. Le siguió su compañero Rossi y más tarde vinieron las de Márquez y Dovizioso. La que nunca llegó fue la de Lorenzo, porque Ducati le dijo en Le Mans que prefería a Petrucci para 2019 y 2020 y que se debía buscar la vida. Y vaya si se la buscó… Pasó de estar casi en la calle a tener un acuerdo casi cerrado con el nuevo equipo Yamaha satélite y a convencer finalmente a Puig de que le fichara como sustituto de Pedrosa. Otros movimientos que también hicieron mucho ruido fueron los de Zarco a KTM y Mir a Suzuki.