La onda expansiva de la retirada de Jorge Lorenzo

El adiós de Jorge Lorenzo de la competición ha tenido consecuencias que han ido mucho más allá que la salida de escena de uno de los mejores pilotos de la historia y una figura clave en los GGPP en los últimos diez años. Su adiós generó una onda expansiva que acabó afectando… ¡hasta la categoría de Moto E! 

Manuel Pecino

Cuando el jueves antes del inicio del pasado GP de Valencia Jorge Lorenzo anunció que había decidido dar por finalizada su carrera como piloto profesional, lógicamente se puso en marcha el proceso de su sucesión en el Team Repsol Honda. Un proceso este que lejos de llevarse en privado, como solía suceder en las filas de HRC, se ‘retransmitió’ esta vez en os medios de comunicación y redes sociales en tiempo real. 

Y no fue otro que Marc Márquez el que abrió ese melón, poniendo sobre la mesa las opciones que tenían los responsables de su equipo. “Honda tiene ahora dos opciones”, analizó en público. “Subir en esa moto a un piloto con experiencia o darle la oportunidad a un piloto joven con proyección. Si fuera el caso de la segunda opción, sin duda la primera opción debería ser mi hermano, recientemente proclamado Campeón del Mundo de Moto2”.

Como es lógico, este mensaje no fue lanzado por Marc por acaso ni tampoco lo fue que lo hiciese con todos los medios españoles a su alrededor. El mayor de los hermanos Márquez sabía que en las filas de su equipo, en concreto Alberto Puig, manejaba una lista de tres pilotos “con proyección”, como los llamó Marc. Esos tres nombres eran el de su hermano Alex, el del sudafricano Brad Binder y Jorge Martín.

Al mismo tiempo, en las altas esferas del campeonato se intentaba colocar sobre la segunda moto del equipo de fábrica de HRC a Johann Zarco, el díscolo piloto francés que unos meses antes se había bajado del proyecto KTM de MotoGP en plena temporada, después de una relación tormentosa con la fábrica austriaca. A Valencia, Zarco llegaba después de haber participado en los dos GGPP precedentes como piloto sustituto de Takaaki Nakagami en el equipo satélite de Honda.

Por un motivo estratégico -el GP de Francia es uno de los eventos estrella en el calendario de MotoGP- desde esos altos estamentos se maniobró en pro de Zarco. Su plan pasaba por el paso de Cal Crutchlow del Team LCR al equipo oficial, y acomodar al francés en el puesto vacante. Pero según tenemos entendido, ni Alberto Puig, ni mucho menos Marc Márquez compartían esta visión de futuro.

Al mismo tiempo que Marc insistía públicamente en que por curriculum deportivo era a su hermano al que le correspondía ocupar la vacante de Jorge Lorenzo, el manager del Team HRC supo del vínculo contractual existente entre Binder y KTM.  No olvidemos que el sudafricano había sido ya anunciado desde hacía meses como piloto KTM en MotoGP para la próxima temporada. Así las cosas, Alex fue el elegido para acompañar a su hermano en 2020.

Una decisión decepcionante para Cal Crutchlow, que creía y posiblemente siga creyendo, que por prestaciones y servicios prestados merecía más la segunda moto con los colores de Repsol que el hermano Márquez. Tampoco dejó en muy buena posición a los pro Zarco, que vieron como públicamente había perdido el pulso de poder al que les había desafiado Marc Márquez.

Salvar al piloto de MotoGP Zarco

El no de Honda obligó a aquellos que querían mantener a Johann en MotoGP a buscarle acomodo en otro lugar. Y ese lugar pasó a ser las filas de Ducati. Las conversaciones en el fin de semana del GP de Valencia se sucedieron a una velocidad vertiginosa. Las situaciones fueron cambiando constantemente. Durante unas horas se barajó la posibilidad de encajar Zarco en 2020 en el equipo satélite de Ducati. ¿De qué manera? Se barajaron múltiples combinaciones, en las que el peor parado parecía ser siempre Danilo Petrucci. Pero al final el sentido común se impuso y los contratos y compromisos existentes se respetaron.

Como última bala disponible, se pasó a buscar acomodo a Zarco en las filas del Team Avinta de Raúl Romero. El manager español sondeó en Ducati la opción de poder poner a disposición del francés la próxima temporada una moto con especificaciones 2020, algo que en Borgo Panigale descartaron… ¡Ya les va a costar tener cuatro GP20 listas para Dovizioso, Petrucci, Miller y Bagnaia para el inicio de la próxima temporada! Pero sí se le garantizaba una Desmosedici versión final de esta temporada.

Mientras los managers negociaban, Johann Zarco le hecho gasolina al fuego declarando que a su modo de ver el Team Avintia no cumplía con el nivel técnico mínimo que él esperaba del equipo en el que fuese a correr, y que siendo así, prefería volver a Moto2 donde tenía buenas ofertas… Alguien seguramente se tiró de los pelos. Así estuvieron las cosas cuando el domingo por la noche del GP de Valencia, el Mundial 2019 bajó el telón. Es decir, Johann Zarco se fue a dormir esa noche como piloto de Moto2.

Pero con el francés lo blanco es blanco un día y negro al siguiente. 48 horas más tarde, en el primer día de la pretemporada 2020, los responsables de Ducati, Gigi Dall’Igna y Paolo Ciabatti, le convocaron en el camión oficina situado tras los boxes del circuito de Valencia. En esa reunión le ofrecieron garantías de competitividad en el box de Avintia en caso fuese allí, incluyendo el aporte de técnicos de fábrica… Después de pedir un par de días para reflexionar, Zarco finalmente aceptó: será piloto Ducati en 2020.

Efecto dominó

El sí de Johann a seguir en MotoGP desbarató los planes del Team Marc VDS, donde se esperaba la llegada de Zarco para cubrir la inesperada marcha de Alex Márquez a MotoGP. Sus dos primeras opciones había pinchado, por lo que rápidamente maniobraron para hacerse con un piloto capaz de pelear por el título desde el momento uno. El elegido fue Augusto Fernández, la joya de la corona del Team Pons. El mánager español, ya molesto porque desde el Team VR 46 se habían llevado en bloque el equipo técnico que esta temporada había trabajado con Lorenzo Baldassarri, no pudo evitar la salida de Fernández hacía el Team Marc VDS.

Pero el efecto dominó no acabó aquí, ya que Pons a su vez rápidamente se movió y se hizo con los servicios de Héctor Garzó, piloto que se había comprometido con el Team Tech de Hervé Poncharal para correr con ellos en MotoE en 2020. Garzó, subcampeón de Europa por detrás del ¡hijo de Pons! –que correrá el Mundial Moto2 en las filas del Team Gresini- ha firmado por dos temporadas… ¡¿No ha sido todo una locura?!