Añana es resultado de más de siete milenios de historia, aquí los salineros han creado una arquitectura popular y tradicional, en la que no se ha utilizado mano de obra especializada, han sido los propios salineros, con los materiales del entorno: piedra, madera y arcilla.

El resultado son más de cuatro kilómetros de canalizaciones de madera que conducen el agua salada desde los manantiales hasta los pozos y las terrazas escalonadas, construidas con piedra, madera y arcilla, donde se apoyan las eras donde se recoge la sal.

Esto ha supuesto una alta fragilidad de las estructuras, necesitadas de un cuidado y mantenimiento continuos. Los salineros han sabido aprovechar los muros de piedra como base para las estructuras de madera sobre las que edificar unas terrazas de gran altura que, en algunos casos, llegan a superar los ocho metros.

MANANTIALES

Los manantiales son surgencias que suministran la salmuera a nivel de superficie de manera natural y continua, lo que permite su empleo sin necesidad de realizar perforaciones ni bombeos. Existe un gran número en el Valle Salado y su entorno, pero sólo cuatro de ellos -Santa Engracia, La Hontana, El Pico y Fuentearriba- son aprovechables, pues su caudal es permanente -unos 2 litros por segundo- y su grado de salinidad está cercano a la saturación -210 gramos de sal por litro-.

Rafa Marrodán / One Percent Magazine

CONDUCCIÓN DE LA SALMUERA

El transporte del agua salada se realiza de manera continua y por gravedad a través de una red de canales llamados royos. Si bien en origen gran parte de ellos eran simples zanjas excavadas en el terreno, con el tiempo fueron sustituidos por troncos de madera, generalmente de pino.

El sistema de distribución principal inicia su recorrido en el manantial de Santa Engracia, en un canal único que se divide en dos en una arqueta denominada Partidero. Por la ladera oriental del valle discurre el Royo de Suso y por la occidental, el de Quintana. Por el primero van doce partes de la salmuera y por el segundo, trece. A corta distancia del Partidero, en el denominado Celemín, se vuelve a dividir en dos. El que abastece la parte Este sigue denominándose Quintana y el que provee a la zona central se denomina de Enmedio o Meadero.

ERAS O PLATAFORMAS DE EVAPORACIÓN

La obtención de la sal en Añana se basa en la evaporación del agua contenida en la salmuera por medios naturales. Para ello, se vierte el agua salada en unas plataformas horizontales denominadas eras, cuya superficie varía entre doce y veinte metros cuadrados.

Los grupos de eras trabajadas por un mismo propietario se denominan granjas. Éstas se van adaptando a la compleja orografía del paisaje, tanto en forma como en altura, dando lugar a complicadas figuras que ocupan la mayor parte del Valle Salado. En la actualidad, hay ya recuperadas y en producción más de 2.000 eras.

Samuel de Roman / One Percent Magazine