El placer de escribir libre
Nunca, creo recordar, me han obligado a escribir de motos tutelado por unas directrices concretas. Otra cosa es en el ámbito del fútbol, donde a veces sí hubo que redactar bajo la tendencia de la guía editorial de turno, pero no en las motos, y mucho menos para One Percent Magazine, la revista de mi buen amigo Rafa Marrodán cuya única consigna es siempre la misma: “Escribe de lo que te salga de los cojones”. Y así hago.
Por eso quiero dejar constancia en este número tan especial como es EL NÚMERO 50 el placer que supone siempre escribir, y hacerlo con libertad absoluta, del Mundial de motociclismo, una de las pasiones de mi vida. Y para ello, qué mejor para entender este gustazo que supone colaborar aquí que comparar con otros momentos que no fueron tan libres…
Recuerdo concretamente de mi época de plumilla futbolero un serial titulado ‘Los siete pecados capitales de Toshack’, un entrenador que pasó en dos ocasiones por el banquillo del Real Madrid, la segunda de ellas con más pena que gloria. Uno de ellos estaba dedicado a la presunta mala relación entre Pedja Mijatovic y Savio Bortolini, a partir de la cual Mijatovic no quería pasarle el balón al brasileño, algo que evitaba según decían mis jefes. Tras escribir semejante afrenta, me tocó ir a la antigua Ciudad Deportiva del Madrid, donde desde hace años se elevan las cuatro torres de La Castellana, para acercarme hasta el montenegrino y preguntarle la razón por la que no le pasaba la pelota a Savio. Pedja, que era ni más ni menos que el héroe de La Séptima Copa de Europa del Real Madrid, me miró mascando chicle, como solía, y me soltó que le podía decir a mi director que eso era la chorrada más grande que jamás había leído en un periódico. Es fácil imaginar el difícil papelón de aquel joven periodista de 23 años, comiéndose un sapo enorme que no le tocaba y que le llegaba en dos direcciones.
Cubriendo la información del Mundial de motociclismo, también he tenido enfrentamientos directos con algunos protagonistas pero, y sin embargo, siempre han sido a partir de mi libre pensamiento o defendiendo mis propias teorías. El periodista, según me enseñaron en la escuela, tiene un compromiso sagrado a la hora de escribir con el lector, pero no con el protagonista de turno. Me gusta pensar en qué le habrá parecido el artículo al lector que lo lee y no al piloto o personaje sobre el que haya escrito, el mismo que por cierto, generalmente, no se lo suele leer y sabe del texto más por oídas que por haberlo leído de principio a fin. En el primer lector que pienso al escribir es en mi padre, porque es buen conocedor de las motos, pero desde que arrancaron mis colaboraciones con esta revista ese pensamiento es mucho más global, porque me quedé alucinado el día que Rafa me dijo que sus páginas se traducían al chino y que hasta tan lejos llegaba lo que escribíamos.
Sin duda, ese ejemplo de llegar hasta la China y alrededores es sólo uno más del valor que le echa el bueno de Rafa Marrodán para sacar adelante esta revista. Por eso no me extraña que lleve ya 50 números de calidad y que vaya a por otros muchos más pese a la que está cayendo a nivel mundial. Gracias por ello, por el placer que supone escribir con absoluta libertad y olé tus huevos, amigo Rafa.
AYVALAHOSTIA
La temporada de la pandemia…
Nadie olvidará el dichoso 2020 por la maldita pandemia del Coronavirus. Al Mundial de motos, como a todo, le afectó con virulencia y llegó a estar sobre la mesa de los dirigentes del campeonato la posibilidad de la cancelación de la temporada. El 8 de marzo, fecha programada para el inicio en Qatar, sólo se pudieron disputar las carreras de Moto2 y Moto3, porque ya estaban allí debido a los entrenamientos del fin de semana anterior. A MotoGP ya no le dejaron entrar a Doha y a esa cita le siguieron un montón de aplazamientos y suspensiones que dieron paso a un angustioso confinamiento sin carreras hasta el 19 de julio, con el primero de los dos fines de semanas programados en Jerez. A partir de ahí, un maratón de 14 citas en 18 semanas, con dobletes consecutivos en Jerez, Austria, Misano, Aragón y Valencia, más las individuales de Brno, Le Mans, Montmeló y Portimao. Todo ello salpicado con carrerones a puerta cerrada al público, lesiones importantes y la amenaza permanente de dar positivo en COVID-19, como lo que le sucedió por ejemplo a Martín, que le costó sus opciones de título en Moto2, y a Rossi. A Arbolino también le complicó el maldito virus su pelea por la corona de Moto3, pero en su caso por haber volado acompañado de un infectado… Menos mal que en el momento de escribir estas líneas, justo hoy mismo, empiezan a inyectarse las primeras vacunas en España y empezamos en todo el mundo a ver la luz al final del oscurísimo túnel por el que hemos pasado todos.
…de la lesión de Márquez…
En lo puramente deportivo, el año en MotoGP estuvo marcado por la lesión de Marc Márquez en la primera carrera. El campeón quedó fuera de combate para toda la temporada fruto de una caída en la primera carrera. El #93 se había salido liderando y emprendió una remontada imposible que le colocó tercero a pocas vueltas del final, tras Maverick, y se fue al suelo con tan mala suerte de que el neumático delantero de su Honda le golpeó en el arrastrón y eso le provocó una fractura en el húmero de su brazo derecho. Le operaron el martes, reapareció increíblemente al sábado siguiente, pero echó pie a tierra al notar que le faltaba fuerza, se le movió la placa a la semana siguiente estando en casa, por lo que tuvo que ser sometido a una segunda operación, y ya en diciembre se operó por tercera vez al no regenerarse el hueso, con un implante óseo y con la esperanza de estar listo para la primera cita de 2021. Ni que decir tiene que su ausencia condicionó el resto del curso y amplió el abanico de candidatos al título con muchos nombres, destacando extraordinariamente Quartararo al principio, pero llevándose el premio del título la regularidad de Mir.
…del título de Mir en MotoGP…
Nadie en su sano juicio habría apostado por el título de Mir, con Suzuki, a principio de temporada, y menos aún después de ver que tras las tres primeras carreras acumulaba dos ceros y un quinto puesto, lo que le situaba 14º de la general a 48 puntos de la cabeza que por entonces ocupaba Quartararo. Fue a partir de la cuarta cita, en Austria 1, cuando encadenó una espectacular racha de siete podios en nueve carreras, incluyendo la victoria en Valencia 1 que le daba ya bola de título en Valencia 2. Lo remató al primer intento, con un séptimo puesto más que suficiente gracias a las pobres actuaciones de sus principales rivales al título. De ese modo, el balear se coronaba en su segundo año en MotoGP y en su quinta temporada en el campeonato, y con Suzuki, una fábrica que no tenía un campeón desde hacía veinte años. Chapeau por Joan Mir, que ya es bicampeón a los 23 años, porque a este título hay que sumarle el de Moto3 de 2017.
…de Bastianini en Moto2…
Para Enea Bastianini el 2020 ya había sido un gran año por concretarse su salto a MotoGP de la mano de Ducati, para enrolarse en el equipo Esponsorama Racing, pero fue aún mejor al coronarse campeón de Moto2 en la última cita, la de Portimao. La categoría intermedia protagonizó un montón de cambios al frente de la general, al empezar con Nagashima y seguir con Marini, Bastianini, de nuevo Marini, Lowes y Bastianiani. El británico parecía llamado a llevarse el título, pero una caída en Valencia 1 cuando tenía el podio asegurado le hizo perder el liderato y sus opciones se complicaron mucho más al lesionarse en una muñeca a la semana siguiente. La Bestia aprovechó el regalo y remató su coronación en Portimao con el quinto puesto.
… de Arenas en Moto3…
Justicia poética, o divina, según se mire, para Albert Arenas con su título de Moto3. El español había conseguido la victoria en la cita inaugural, la de Qatar, y se pasó todo el confinamiento liderando a la espera de que se reanudara la competición, momento en el que volvió a ganar, en Jerez 1. El pupilo de Aspar fue el mejor de la parrilla, con diferencia, principalmente gracias a su madurez, pero la mala suerte le hizo acumular hasta cuatro ceros, tres de ellos por causas ajenas a su voluntad. Todo ello provocó que se llegara a la última cita aún con el título en juego y, aunque por posiciones realmente no peligró su corona, una caída sí que hubiera cambiado todo y a punto estuvo de caerse varias veces el bueno de Arenas. Al final, su agónico duodécimo puesto resultó suficiente para imponerse por cuatro puntos sobre Arbolino y Ogura.
…y de Ezpeleta a nivel gestión
Él no lo va a decir, pero os podemos asegurar que tanto LaLiga de fútbol española como la prestigiosa Fórmula 1, por ejemplo, se han fijado y copiado de la gestión de Carmelo Ezpeleta al frente del Mundial de MotoGP. Incrédulo al principio con las noticias que llegaban sobre una pandemia que quedaba algo lejana en sus primeros pasos, el CEO de Dorna tuvo luego capacidad de reacción para elaborar planes alternativos para sacar adelante el campeonato. Tal fue su empeño que llegó incluso a convencer a los accionistas de su empresa de que había que adelantar dinero a las escuderías durante el confinamiento para que no cayeran en desgracia y pudieran hacer frente a sus diferentes pagos. Solucionado eso, cambió el calendario, sacándose de la manga dobletes nunca vistos en cinco circuitos, para un total de 14 pruebas para MotoGP, y creando una burbuja anti COVID-19 que permitió que se completara el campeonato. Sin duda, visto lo visto, Ezpeleta es otro de los campeones del año.