La fábrica del diapasón ha dado la nota y por lo que parece, discordante. La norma de correr todo el año con los motores sellados del 2019; tras el control y homologación para todo el 2020; no va con los de Iwata, o al menos así parece, ya que ellos mismos reconocen el fraude en la primera de Jerez. Al parecer, un problema en sus válvulas “les obligó” a tomar tal decisión y ahora reclaman la sanción para ellos y no para sus pilotos Yamaha que, recuerden, coparon el podio con Quartararo, Vinales y Morbidelli. Y no afirmamos que sus propulsores tuvieran trampa, sino que se saltaron la norma. Así que ahora la duda es si es justo que pague fabrica con la pérdida de puntos, pero se pueda beneficiar de un campeonato del mundo con sus pilotos, para lo que se ha apresurado ha entonar el mea culpa y pedir castigo. ¿Es lo correcto? Que se lo pregunten a Yamaha.