Decimotercera plaza para Marc Márquez en una pista de gran impacto físico. El piloto de HRC ha vuelto a despejar las dudas sobre su brazo y ha dejado como incógnita su participación el domingo.

Hoy no cambiamos mucho la puesta a punto de la moto, trabajamos más en cosas pequeñas y en la posición de la moto para ayudarme a pilotar. Necesitamos ser pacientes. No estoy pilotando como quisiera y pudimos entender nuestras limitaciones con bastante rapidez. Sabía que sería un fin de semana difícil antes de empezar. Mañana veremos la situación, pero por el momento nos estamos centrando en nosotros mismos, haciendo nuestras vueltas y trabajando en lo que tenemos que hacer. Al final de la FP2 hicimos un pequeño time attack y pudimos mejorar un poco nuestra posición ”.

Una vez más el piloto volvió a explayarse sobre la placa que permanece en su brazo: “Es una placa que no es necesario quitarla. Si me produce dolor o si tengo alguna sensación extraña entonces habrá que quitarla, pero ahora mismo no es la opción, y eso es importante. Si en el próximo chequeo ven que todo está bien, que debería ser después de Catalunya, entonces dejaré de tomar antibióticos y esto será una gran mejoría para mi condición física”. 

Todavía le piden calma: “La palabra que más escucho desde hace tiempo es que sea paciente, es cierto que el hombro se ha estabilizado un poco más este último mes, que es donde tengo mi mayor limitación. Hoy me he dado cuenta de que en este circuito tengo una gran limitación.  Después del FP1 lo entendí, comparando mis datos con 2019, son tres grandes cambios de dirección, allí pierde dos décimas en cada uno comparado a 2019, en el resto de las curvas no me siento mal”.

Sobre sus cambios en la manera de pilotar: “Hemos probado diferentes cosas encima de la moto, he intentado probar otra postura encima de la moto, pero no soy capaz. Donde más sufro es en las curvas a derechas, las de izquierda me siento como siempre. Hemos llegado a un punto en el que lo hemos olvidado, dentro del box ya no hablamos del brazo, sólo hablamos de la moto. Hay que ser pacientes. Hago lo que puedo con mi pilotaje, aunque no puedo pilotar a mi nivel”.

La manera de ver la Honda ha cambiado desde la lesión de Márquez: “La Honda es una moto crítica, para llegar al límite necesitas caídas y te restan confianza, más ahora en mi estado pues te restan un poco más de confianza. Tienes que ir al límite y estar al 100% físicamente si quieres hacer todas las vueltas rápidas, y yo no estoy preparado. Es cierto que estamos teniendo algunos problemas de tracción, pero esto ya existía en 2019. Son cosas que cuando el piloto no puede adaptarse a esos problemas, se nota más en pista y en los resultados”.

Priorizar la salud al resultado: “Lo dije ayer con la boca pequeña y lo ha dicho Alberto Puig, es una realidad. Ahora estamos priorizando otra cosa, sabemos que correr y coger cinco puntos o diez siendo optimistas no va a cambiar nuestro resultado a final de año. Da igual quedar terceros, cuartos o décimos en el mundial, si no se gana es un mal año. Es un año de transición donde tengo que ser consciente de dónde vengo y dónde estoy. En Le Mans, con el mal tiempo, me olvidé y acabó en caída, cosa que tenemos que intentar evitar. Es un circuito en el que he sufrido en el FP1, en el FP2, he dado muy pocas vueltas rápidas. Es como estar en un test público en carrera, es la única manera de dar vueltas sobre la moto, expuestos a las cámaras”.

Márquez parte con una moto similar a la del 2019: “Sé cuál es la situación de Honda, pero no sé qué está usando cada piloto. Yo sé que estoy utilizando una moto muy similar a la 2019, con algunas evoluciones, y poco a poco cuando me encuentre mejor físicamente, iré introduciendo las cosas del año pasado. Hemos decidido hacer un poco de reset en mi lado del box para empezar donde lo dejamos, cuando pueda pilotar bien probaré las cosas nuevas para ver si damos pasos adelante”.

Libra Medina